No hay cabezas

Las autoridades hombres siempre buscan "las cabezas", "las líderes" del feminismo cuando se trata de castigar, de amedrentar esfuerzos de protesta, pues nunca las van a encontrar porque las feministas no nos organizamos como ellos, y es en parte la genialidad del movimiento. Ellos están acostumbrados a seguir como borreguitos sin cuestionar "al hombre a cargo", a romantizar siguiendo ciegamente y defendiendo con su vida a su "gran lider", su "salvador".

Un chingo de movimientos políticos y sociales dirigidos por hombres les han llevado a guerras, a construir estructuras piramidales con sus machos alfa lomo plateado hasta arriba, el más machito, diciéndoles a los demás qué hacer y quien lo cuestione "pone en evidencia que es de la oposición", "pone en cuestión la causa que persigue el grupo", es visto como "traidor", una amenaza para la organización... Y así es como de pronto le vemos los colmillos y garras a los líderes que luego andan premiando en los Nobel o en cualquier otro lugar, vatos que tienen sangre en las manos, que se corrompen con el poder o muestran su verdadera cara cuando ganan las contiendas. 

Ejemplo: cuando se muera AMLO, se morirá MORENA, porque la estructura que construyeron no tiene bases claras que superen a un ícono mesiánico que pueda ser reemplazado con cualquier otro humano y seguir bien vivas, no hay bases homogéneas claras. Y por lo mismo otros grupos lo atacan a él, porque él es la cabeza, el hombre a cargo de una estructura armada desde la logica patriarcal del universo de las leyes, leyes escritas por y para hombres originalmente.
Y no es que no sirvan para nada, pero su fragilidad es evidente, el egoísmo impera en muchas de sus bases, eso tarde o temprano caerá porque no se sostiene en la verdad, en la voluntad de solucionar efectivamente problemáticas comunes que sí o sí se tienen que arreglar, se trata de tener la razón, de concentrar el poder, de descalificar a quien piense diferente.

El feminismo sacrifica ese ego común de quererle ganar al otro siendo más popular, supera el ego común de hundir al oponente, porque no se trata de quién nos va a salvar, se trata de organizarnos para salvarnos a nosotras mismas, de cuidarnos, de hacernos espacio para existir, de mantener lo más posible la horizontalidad, de no poner en el foco de vulnerabilidad a ninguna, no se trata de sacrificar compañeras, literal la que quiere romper, rompe, no hay tal cosa como una "superior" que le diga a las demás qué hacer, nos queremos vivas y seguiremos avanzando hacia ese destino

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