Les voy a contar

Les voy a contar.
Desde hace una semana que me fui a Cancun y después vine a CdMx, mi cuerpo descansó, mi estómago dejó de rechazar la comida, mi mente dejó de estar en alerta constante.

He estado durante unos 6 meses en un estado mental que sospecho que es justo ese punto del que mi depresión me salva. Es que he descubierto que la depresión no es mala en si misma, es una forma que tiene mi cerebro para protegerse, pero no es sostenible, y ese estado permanente para mi es lo que lo vuelve enfermedad, porque me imposibilita relacionarme con las personas, trabajar, sentir emociones, etc. Este estado mental lo he querido evitar inconscientemente, es un estado de alerta y de mucha ira, de dolor del fuerte, mucha frustración y ver la verdad a la cara aunque nadie más quiera hacerlo.

Es un pedo llegar a la raiz, entender todo lo que esta mal en mi vida que me tiene enferma, cómo he sido desde mi casa infantilizada, tratada como una loca, tonta, como que lo que digo no es suficientemente importante. Es doloroso saber que nada de esto fue casualidad, que todo ha sido siempre en función de tapar un secreto. Por esto es que el gaslighting me duele tanto, porque es algo que he vivido siempre y ya no quiero más. A las mujeres se nos devalúa con dolo y con un propósito de fondo, que se aparente que tenemos una familia funcional (que no es), que se aparente que todo esta bien, pero entonces ¿por qué he estado enferma por años y por más que hago no se me quita? Me pregunto siempre ¿a cuántos especialistas más me tengo que acercar? A veces odio muchísimo que me digan que me veo bien porque estoy delgada, es que no estoy delgada porque está eso bien, es porque literal no puedo comer, doy dos bocados y me siento llena, me provoca asco seguirlo intentando, hay días de verdad que solo ya quiero tirar la toalla porque no veo mas camino. Me esfuerzo y veo mas avance pero parece infinito. Tengo la fortuna de tener amores cercanos, de seguir siendo valorada por desconocidxs que terminan siendo amigxs solo por mis dibujos y mi tatuaje, incluso por mis escritos, confío en que tengo una gran luz, que soy gran dadora de amor, ser empática y muy inteligente, contrario a lo a lo que se me dijo desde mi familia de sangre, veo cómo hay gente que se quiere aprovechar de mi talento y otra que esta dispuesta a apoyarme ya sea enseñándome cosas, consumiendo lo que hago, escuchando, prestando de su atención, hasta con palabras de aliento. Es muy rico volver a sentir, volver a vivir sintiéndome valorada, respetada y amada, regresar a días tranquilos donde no estoy llorando todo el tiempo o sintiendo que mi arte es horrible por las críticas tan duras que fabrica mi propia mente, que me siento imposible, como si no debiera estar aquí o no mereciera espacio para existir, me enoja mucho a la vez sentirme invisible, porque se que sí merezco estar viva, ocupar espacio, ser quien soy, porque se que esto incluso afecta positivamente a mucha gente a mi alrededor, le inspiro, les enseño, les abrazo, escucho, acompaño, etc. Me duele que la gente insista en definirme por una conducta aislada, me devora por dentro el espíritu que no exista espacio para la neurodivergencia, que nooo, yo no la provoqué, no me lo gané, ni es porque no vibre suficientemente alto, ni porque así Dios lo quiere, no es destino. Son situaciones provocadas por terceros a sabiendas de lo que hacen, yo me siento una super guerrera poderosa por estar desenredando el nudo, por ser más inteligente que toda la gente que quiere mantenerme bajo su control y no puede, por ser mucho mas fuerte que todos esos que se victimizan de las situaciones que ellos mismos causaron. Todo el dolor que he atravesado lo he hecho con dignidad y mucho autorespeto, así me he forjado y me pienso seguir alejando de ese moldecito ridículo donde me han querido (so)meter toda la vida. Me rebelo en integridad, me rebelo en ser este ser de amor y que soy, que no se rinde, necia para poder lograr conectar con otros corazones de fuego como el mío

Comentarios

Entradas populares