Límites

Poner límites es difícil, en terapia hice ejercicios a mis 23 años que me hicieron ver lo débiles, lo poco enérgicos que eran mis "no".

Mi terapeuta me enseñó a que el NO, no alcanza solo con decir un "no" tímido, que la gente "no se convence" ante un NO tibio. Me enseñó decir que NO con mucha más contundencia, a explorar mis emociones de resistencia, de incomodidad y validarlas, abrazarlas, expresarlas. En ese ejercicio incluso me ayudó a externar voces más allá, voces mucho más firmes, más altas y poderosas, donde mi NO,  deja de ser un sutil, tímido y casi imperceptible NO, para convertirse en un límite muy explícito.

Me di cuenta de cómo había aprendido a no querer incomodar a lxs demás con mis negativas, a ser complaciente para recibir afecto, aprendí desde pequeña que decir "no" de manera contundente era "grosero", me convertía en una "mala persona" o "mala mujer".

Cuando le dije NO de forma "no incómoda", con la timidez y vergüenza de una niña pequeña a cierto hombre adulto que me abrazaba y besaba en contra de mi voluntad, uuuuuy no... El chantaje emocional que me hizo cada vez que me negaba, me daba el mensaje de que yo era la que estaba mal, ¿cómo podía ser que fuera yo taaaan mala? O sea me están dando afecto y todavía yo.. Mala super mala, mal agradecida, despreciahombres... No lo quiero... Uuuuy nooooo, solo le faltó llorar, que horrible humillación a la que esa niña sometió a ese hombre adulto. La historia se repitió, una y otra vez, hasta que en mi adultez ya no sabía cómo deshacerme de la culpa por decir que NO, que no quiero los abrazos, tocamientos, atenciones de ciertas personas, y escaló todavía más a que no sabía cómo parar las violencias, porque mi NO era débil, apagado, callado... Porque un NO enérgico solo generaría aún más violencia para mí. 

Después de esas sesiones fue que al fin pude ponerle un alto total a muchas relaciones que estaban jodidisimas, fue un punto en la vida en que comencé a hacerme mucho más fuerte. Hoy sigo teniendo muchos problemas por poner límites contundentes, pero ya prefiero tener esos problemas, prefiero que me odien y que se encabronen conmigo, prefiero recibir violencia que refleja su frustración, ya me es fácil identificar el chantaje, y me es más sencillo atravesarlo. Ya no siento esa inmensa culpa por "lastimar con mis negativas", ya no, por mas que me lloren y que me digan que "mis palabras les duelen", ya no me es importante ni si quiera si entienden por qué NO, lo que importa es que el NO sea tan contundente que lloren, berreen, violenten, no les quede otra que respetarlo. 

Yo le digo NO a quien me quiere tocar contra mi voluntad, a quienes me quieren convencer de que estoy loca para que con eso sus versiones de la realidad sean válidas y las mias no, a quienes me mienten y me culpan por sus mentiras, a quienes me chantajean, a quienes me violentan de cualquier manera. 

Eso es hacerse responsable de una, eso es autorespeto, es amor propio. 

Eso es fortaleza, dignidad, firmeza, entereza, es congruencia y mucha valentía, porque de que es difícil y doloroso decir que NO, claro que lo es, pero una vez más, prefiero que le duela a mi ego y a mi ser perder relaciones, perder oportunidades de dinero, ayuda de cualquier tipo, afectos o comodidades, con tal de sostenerme en congruencia con mi autorespeto, porque es el camino para tocar la libertad y salirse del control y la manipulación, para vivir una vida sana para la mente, las emociones, las relaciones sociales, laborales, etc. 

Al final quien sabe si la demás gente aprenda algo, si se lo tomen personal y nunca admitan su parte del conflicto, hay quienes se la pasan diciendo mentiras para desprestigiarme a toda costa, su mente les hace creer que así tendrían razón y que nunca se equivocan. De todos modos esa decisión de decir NO, rompe el ciclo de la violencia en que estuvimos y eso es mi aporte en sus vidas, ya sabrán si lo valoran o siguen llorandole a todos lo mala que soy o lo mala que fui, o si aprovechan la experiencia en sabiduría, en reconocerse como humanxs que se equivocan y que son más que sus egos heridos, ya queda en cada quien la responsabilidad de su camino y si desean usar esta llavecita que les da la vida para abrir la puerta hacia el autorespeto, hacia la dignidad.