Mar obscuro

 Hay rupturas de corazón que parecen infinitas. Puse los límites, los respeté y esperé a que la otra parte lo haga también. Pero no sucedió.
Se rompieron límites, se habló, pero vuelven a romperse. Y poco a poco me di cuenta de que los límites estaban siendo rotos a propósito. Límites que servían a para cuidar mi salud mental, porque sí, tengo mis daños, es mi responsabilidad hacerme cargo de ellos. Pero que dolor cuando alguien que es un pilar, una persona sumamente importante, me miró y me dijo "te creo, estoy contigo", y después procedió a poco a poco romper los límites que pedí para hacerme responsable de mi salud, que no le hacían a esta persona perder absolutamente nada, aún así encontró la manera de atravesarlos. ¿Por el control? ¿no podía soportar perder el control sobre mí?
Tuve que vivir las consecuencias de eso, crisis de ansiedad, varias temporada de confusión y tristeza, tratar de ir inutilmente a expresar lo ocurrido desde la lógica, los argumentos, la razón, y sin más la historia se repite. "Ya te había explicado, y lo volviste a hacer". No hay disculpas o reconocimiento del error, solo hay un constante señalamiento de que de alguna manera es culpa mía. Que no es cierto que pedí lo que pedí, que era algo que se ignoraba, ¿a quién se le olvida algo así? ¿quién puede mirar a una de las personas más importantes de su vida contar una historia de abuso y decirle "te creo, te apoyo", y después solo "olvidarse"? Algo así no se olvida simplemente.
Había evidencias de que sí dije lo que dije, y ¿por qué las necesitaría? ¿para contradecir el gaslighting? ¿qué sentido tiene?
Solo queda asumir que no era tan importante para esta persona, que realmente no me creyó, que tal vez era lo más correcto de decir en el momento pero no era genuino. Y eso rompe, rompe duro por dentro. Todavía recuerdo la felicidad que me dio que no me culpara cuando hablé, pero esa felicidad se ha ido porque ahora sí me culpa a mis espaldas.
No sé cómo expresar la tristeza que eso se siente, solo pienso en un mar inmenso, frío y obscuro.
Sé que en mi jardín tengo flores, una red de apoyo que me ha creído, escuchado y apoyado. Nunca me importó castigar al abusador, yo solo quería dejar de tener pesadillas en donde llegaba a mi casa sin preguntar, dejar de sentir ansiedad cada que lo veo, solo dejar de verlo, dejar de someterme a algo que no quiero, dejar de vivir crisis por la revictimización.
Sigo teniendo el mismo corazón que quería poder amar de un modo sano, crecer, soñar, perseguir deseos. No me interesa sabotear la imagen de nadie, ni el escarnio social. Solo quiero sentirme libre de revictimizaciones que cuando suceden me dan ganas de nunca haber hablado, de nunca haber confiado, pero a la vez se que hice todo lo que estuvo en mis manos para preservar los vínculos importantes de amor, que si no fueron correspondidos ya no está en mi control. Voy a dejarme llorarlo todo lo que sea necesario, sobre todo porque sé que va a seguir pasando que se digan mentiras sobre mí, que se cuente la versión de MI historia adaptada a la protección del abusador.
Ni modo. Me reconforta saber que esta persona no tiene capacidad de tocar mi jardín, no hay palabras ni nada en el mundo que pueda hacer para desarticular el amor que sienten por mí las personas que actualmente me conocen a fondo y que han elegido compartir sus vidas conmigo, así tal cual como soy, con mi historia completa, que me han visto enmedio de crisis y no se van sino que me contienen, quienes me han escuchado decir absolutamente de todo y siguen eligiendo quedarse cerca de mí, y lo disfrutan, les aporta, les llena. No soy inmune a la tristeza, pero tal parece que tampoco estoy condenada al ostracismo.

Comentarios

Entradas populares