El perdón sin límites

 En la infancia, como cualquier otra niña dogmatizada con el catolicismo, me enseñaron este ritual de ir a pedirle perdón a Dios por todos mis pecados, "por mi culpa, por mi gran culpa", la promesa era que él en su bondad infinita me perdonaría solo con pedírselo, yo tendría que replicar ese comportamiento porque es lo que me hace ser "buena" como Dios, si una quiere ir al cielo o por lo menos que aquí en esta tierra mi alrededor me acepte yo tendría que ser buena y replicar ese sistema de perdonar todo así nada más cuando me lo pidieran.


Cuando tuve unos 12 años y fui por mi cuenta al catecismo ya me cuestionaba mucho esto, decía yo "meh es una estafa porque venimos aquí a pedir perdón por pecar para quitarnos la culpa, pero luego salimos a pecar otra vez ¿cuál es el punto?"


Ese ritual del perdón lo podemos ver hoy en día en otras prácticas espirituales new age como la que aquí comparto. Quien quiera perdonar a su padre o madre, entender que tuvo una infancia difícil y amarlx, es libre de hacerlo, en mi caso he entendido que no funciona porque así como con Dios, perdono pero nada cambia. 


La diferencia entre Dios y yo es que a él no le da depresión por recibir constantes maltratos, Dios no es un humano, solo es un producto del pensamiento mágico, "él" puede recibir toda la traición de las personas que viven pidiendo perdón sin cambiar y no le pasa nada. Pero a mí sí me pasa, me enfermo emocional, psíquica y físicamente por estar replicando ese aprendizaje de ser "buena", de perdonar así nada más y que no cambie nada.


En terapia aprendí que el perdón tendría que venir de la mano con una reparación de daños, con al menos la intención explícita de no repetir, y si no es así entonces solo nos estamos vulnerando de forma que el otro tiene carta abierta para seguir dañando.


Para eso se ponen límites, hay que aprender a cómo ponerlos de igual manera, para ello hay que saber qué quiere una en la vida, qué desea y lo que definitivamente no quiere, a demás de aprender en dónde sí negociaría y en dónde no. Tendríamos que saber que tenemos agencia y que nuestros límites deben depender de nosotrxs y no del otro. 


Tiempo después cuando vinieron los conflictos en mi relación yo ya tenía este sistema nuevo de enfrentarme al perdón. Porque justamente se repitió que ante los daños se esperaba que un perdón fuera suficiente, y para mí un perdón lo entiendo como decir "tengo culpa y me la quiero quitar", y entiendo pero eso no repara lo que se dañó.

A demás yo tendría que saber cómo se podría reparar algo que se dañó para poder darle esa información a quien me ha dañado y que pudiera entonces llevar a cabo la reparación y en vez de que el vínculo se rompa, el puente que nos une se fortalezca.


El problema es cuando no hay reparación y solo se empieza a volver una montaña de daños, un campo minado donde cualquier lugar que pisa un daño nuevamente las bombas explotan. Yo no quería explotar en furia pero sucedió varias veces porque ya habían todas las alarmas en mi interior prendidas diciéndome:

"SIN REPARACIÓN DE DAÑOS, ELLOS TIENEN PODER ILIMITADO PARA SEGUIR CON EL MALTRATO, Y SOLO VA A EMPEORAR"


Y sí, la realidad es que sin la base del respeto sólida nada se sostiene.


Y mi límite es este: yo no voy a estar donde se rompen acuerdos constantemente, puedo trabajar con mis seres queridos donde se rompe uno en la reparación para fortalecer el vínculo, pero si es algo constante y que no se repara yo me voy.


Ahí es donde me di cuenta que si no le aguanté maltratos a mis papás y eso me dio mucho bienestar físico, emocional, mental.. Lo mismo tendría que ocurrir con mi pareja, no tengo por qué aguantar y perdonar, volver a aguantar cuando empeore y volver a perdonar y así en ascenso hacia otra relación abusiva. 


Otro límite: yo no quiero ser parte de las personas que me abusan. Donde identifico que otros abusan constantemente, yo me miro desde el pensamiento crítico y me planteo "¿quiero seguir perdonando? ¿Quiero invertir energía en buscar estrategias de reparación?" y eso es un límite también, porque si identifico que seguir perdonando es una forma donde yo me estoy abusando, me detengo y dejo de participar en la relación.


Este mundo horrible donde se nos enseña a extender nuestra tolerancia al maltrato nos está llevando hasta la tumba a muchas de nosotras, y la gente es tan cruel que asegura que lo merecemos.

Pero no es así, nadie se merece ser maltratada por la persona que dice que la ama, y en una relación no monógama tampoco se merece nadie las faltas de respeto de los otros vínculos involucrados.


Nuestra defensa es aprender a parar todo cuando sea el momento, aprender a soltar el amor romántico y sus mitos, pero también lo es aprender nuevas estrategias de vinculación que nos hagan bien, que nos procuren la salud, que sean sólidas y respondan a nuestro ser, pues al fin y al cabo somos seres sociales que queremos estar cerca de otras personas. Ya no queremos relaciones violentas, y merecemos vivir esas vinculaciones familiares, amorosas, de pareja, de amistad, etc. en bienestar mutuo, nos merecemos una vida libre de violencia




Comentarios

Entradas populares